Serie: Conociendo a Jesús - Día 35

Toma en cuenta que la boca que tienes es la que usas para bendecir o para maldecir y no la uses para cosas malas no lo puedes usar porque si quieres que el Espíritu Santo te use para hablar las cosas del Espíritu tienes que santificarla.

Recuerda que la palabra de Dios dice en Marcos 7:15 "Lo que entra en el cuerpo no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por lo que sale de su corazón", Hoy puedes examinar tu corazón y saber si lo que hay es de Dios o hay algún espacio o alguna planta que el Señor no ha plantado.

Deja que el Espíritu Santo, te guíe, te hable y te muestre que es lo que hay dentro de ti, ya sabemos que los alimentos que introduces en tu boca no van a contaminar tu corazón porque no pasan por allí pero tan importante, es el corazón para Dios porque allí deben de haber buenos pensamientos para que tu interior floresta y salga al exterior y si lo que tienes adentro es bueno lo que harás será bueno, odiarás la injusticias, las maldades de este mundo y no querrás ser parte de ellas, no hablarás con rencor, con dolor, con tristeza, con egoísmo, con rabia y no estarás interesado en hablar chismes, habladurías porque has sido sellado por el Espíritu y no te interesará andar en consejo de malos sino que andar en las cosas del Espíritu.

Pero también dijo Jesús en Marcos 7:30 "Y entonces agregó: Es lo que sale de su interior lo que los contamina. Pues de adentro, del corazón de la persona, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato, el adulterio, la avaricia, la perversidad, el engaño, los deseos sensuales, la envidia, la calumnia, el orgullo y la necedad. Todas esas vilezas provienen de adentro; esas son las que los contaminan." No dejes que ningún mal pensamiento que viene de tu corazón limite al Espíritu Santo que hay en tí ya que el quiere usarte pero quiere permanecer en una casa limpia, tu eres templo del Espíritu Santo y busca ser ese vaso útil para el Señor, así que hoy oro porque el Señor te muestre si hay alguna planta en tu corazón que deba ser arrancada de raíz y con la ayuda del Espíritu puedas rendirlo y Él te ayudará a limpiar tu interior en el nombre de Jesús, Amén.