Que todo tiempo disfrutes de estar en la presencia del Señor, en donde el Señor, nos renueva, nos sana, nos liberta, nos da fuerzas, nos llena de amor y nos da su Santo Espíritu.
La presencia de Dios nos lleva a nuevos tiempos, a vivir nuevas experiencias, a vivir en la guianza y los propósitos del Señor y sobre todo en la presencia nos llenamos de una nueva y fresca unción y viene ese tiempo de un vivo nuevo, así como en Marcos 2:22 dice "Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.", así cuidemos que seamos esos odres nuevos, ni viejos ni rotos, sino en buen estado como recién hechos para estrenarse, para que el Espíritu Santo nos pueda llenar de un vino nuevo y una fresca unción, la unción que rompe todo yugo, y cuando estés inundado, todos querrán de lo que tu tienes, porque estarás sumergido en la presencia de Dios, por eso hoy oro porque Dios te llene de una nueva y fresca unción y que tu vasija siempre esté llena de un aceite nuevo y de un vino nuevo, sumergido totalmente, en el nombre de Jesús, Amén.
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