Caminando hacia la tierra prometida - Día 12

Hoy es un buen día para disfrutar de muchas bendiciones, de tener libertad financiera y de vivir de gloria en gloria...

Dios nos ha estado hablando de seguir confiando en sus promesas y quiero recordarte que las promesas están vigentes para tu vida y aunque parezca que las bendiciones están detenidas por un momento quiero decirte que viene un tiempo de disfrutar bendiciones diferentes, bendiciones que no habías imaginado pero han estado escritas en la biblia.  Hoy es tiempo de recordarlas de sacarlas del lugar donde las tenias acumuladas porque se te darán aquellas que desde hace tiempo has estado creyendo y nuevas empiezan a surgir y vendrán sobre tu vida como corrientes de aguas frescas y lo que fue robado hoy será restituido en el nombre de Jesús.

Recuerda que Dios permitió que viniera sobre los Egipcios varias plagas entre ellas la de la langosta, la cual vino sobre todo lo que poseían, y las langostas oprimían al pueblo de Egipto "Éxodo 10:4 Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta," La plagas que Dios mandó no tocaron al pueblo de Israel y tú al igual que Israel eres pueblo escogido y si en el pasado la langosta devoró tus pertenencias, serán restituidas.

Éxodo 10:6 Y llenará tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió y salió de delante de Faraón. Quiero decirte que en la actualidad aunque pase lo que pase sobre ti, Él te apartará y no te tocará nada de lo que fue enviado para destruirte y pasará sobre ti sin dejar marca, oirás que los incrédulos que prefieren vivir en aflicción estarán quejándose de muchas angustias pero a ti nada de eso te pasará.

Éxodo 10:9 Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque es nuestra fiesta solemne para Jehová. Serás del pueblo que llegue a la tierra prometida con toda tu casa para alabar al Señor tu Dios, y no dejarás de hacer fiesta en gratitud porque Dios te ha abierto nuevas puertas espirituales, pero también financieras, es tiempo de dejar la deuda y vivir en la sobreabundancia en el nombre de Jesús.