En el desierto estaba Moisés y el pueblo de Israel, y vino su suegro a el, "Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Éxodo 18:14-18," realmente esta situación la vivimos en la actualidad muchos de los cristianos, trabajamos duramente en la iglesia, el ministerio y descuidamos otras cosas que también son muy importantes como nuestra familia y muchas veces nuestros hijos se apartan del propósito de Dios porque no les damos la guianza que necesitan o bien nos agotamos tanto que aunque el Señor renueva nuestras fuerzasnecesitamos tiempo para estar en intimidad con El. Recordemos que somos como unas baterias que tarde o temprano se van a acabar con un ritmo tan agotador.
Lo importante es recordar que por nada del mundo debemos descuidar nuestra relación con Dios la intimidad que tenemos con El, ni el servicio las buenas obras o las muchas actividades aún de la iglesia, debemos aprender a delegar o a no comprometernos en más de lo que podamos cumplir a cabalidad con excelencia, así siempre estaremos gozosos sirviéndole al Señor sin importarnos que o quienes nos puedan criticar, ya que en el caminar del Señor existen muchos desacuerdos y tropiezos pero lo importante es seguir adelante con un corazón agradecido y viviendo siempre nuestro primer amor.
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