Cuando vivimos en el pecado, creemos que todo lo estamos haciendo en lo oculto y que nadie se dará cuenta de lo que hacemos, pero Dios que aborrece el pecado se encarga de traerlo a la luz, para que haya arrepentimiento y seamos libres por medio de esa confesión y de pedir perdón.
En Lucas 8:16 dice: " Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz." Todos los que buscan la verdad y buscan llevar una vida en obediencia y con arrepentimiento de pecados, tiene la verdad si su fundamento es la palabra de Dios, entonces no busca la obscuridad ni se preocupa de vivir una vida trasparente pues no tiene nada que esconder, que ocultar.
Pero quién tiene pecado y ama el pecado y vive con cadenas no puede librarse fácilmente, pero ese pecado que escondes no prevalecerá tendrá que salir a la luz en algún momento, porque la recompensa que da el enemigo a quienes le sirven es la muerte eterna y el vivir avergonzado y encadenado a una vida falsa que solamente traerá tristeza. En Lucas 8:17 dice. "Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz." Si la palabra dice que saldrá a la luz todo, eso quiere decir que todo no podrá seguir siendo escondido, mejor arrepiente y corrija lo que pueda estar mal para que el Espíritu Santo te restaure por medio de la salvación que alcanzamos en Cristo Jesús, por eso oro porque cualquier pecado salga a la luz, que puedas vivir una vida transparente y que sigas a Jesús para que el amor de Él que cubre multitud de pecados te alcance y conozcas la verdadera alegría que trae el seguirlo, en el nombre de Jesús. Amén.
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