martes, 2 de agosto de 2016

Serie: Conociendo a Jesús - Día 47


Juan el bautista venia a bautizar con agua pero bien dijo que vendría otro que bautizaría con el Espíritu Santo y con fuego y era Jesús hijo de Dios.

Juan hablaba con la verdad el era sincero y por eso no lo quisieron algunos, sin embargo tu siendo hijo de Dios sabes escuchar y dejas que la palabra toque tu corazón. En Lucas 3:8 dice: "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras."

Debemos ser sinceros de corazón, no dejar que el enemigo distraiga nuestros pensamientos para perdición y nos haga creer que no alcanzaremos la misericordia de Dios, la palabra dice que mostremos ese arrepentimiento genuino, convencidos de pecado pero con el corazón dispuesto para que al arrepentirnos y pedir perdón no tengamos que hacerlo a cada rato por los mismos pecados sino que demos frutos de arrepentimiento por eso oro porque los deseos de la carne no nos dominen sino que resistamos al enemigo y de ahora en adelante que nuestros corazones sean transformados, en el nombre de Jesús, Amen.

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