Caminando hacia la tierra prometida - Día 2

Hoy es un buen día para recibir fuerzas y continuar avanzando hacia un lugar seguro en el hueco de la mano de Cristo donde El nos sostendrá...

Cuando el rey había mandado a matar a los bebes varones en Egipto a causa del temor que tenía hacia la fuerza que representaban los Israelitas, empezaba a formarse una nueva esperanza de que el pueblo de Israel fuera liberado de la opresión de los Egipcios, en Éxodo 2:3 vemos que Dios transforma una situación desfavorable a planes de bien y no de mal "Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. Así como el carrizal representa una época temporal, es así como en nuestras vidas enfrentamos épocas con aflicciones, conflictos familiares, económicos, son tiempos de tormenta pero debemos recordar que son momentáneos y Dios tiene el control él ya está trabajando en nuestra situación.

 

Éxodo 2:5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Dios tomó el control de la situación y así como el carrizal llegó exactamente hacia la hija del faraón quién tuvo compasión de él, así Dios llega a tiempo a nuestras vidas y vivimos un tiempo de calma, de control no siendo una casualidad lo que pasa a nuestro alrededor.  Dios tiene planes buenos y perfectos en nuestra vidas para cada uno de nosotros.

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Éxodo 2: 10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. Prohijar significa acoger, adoptar, proteger, defender, así permitió Dios que estuviera Moisés y dispuso que tuviera un tiempo de preparación, de crecimiento, de estar acogido, así tiene para cada uno de nosotros esa esperanza de estar seguros en las manos de Dios, confiados que Él terminará la buena obra que empezó en nuestras vidas, hoy oro porque ese tiempo de paz, de tranquilidad, de descanso llegue a tu vida como un dulce refrigerio y que la fe de que Dios está perfeccionando la buena obra que ha iniciado en nosotros no la perdamos en el nombre de Jesús.