Hay hábitos que se nos dificultan olvidar como desayunar todos los días a la misma hora, tomar café por las mañanas o por las tardes o tomar un descanso en determinado horario, pero hay malos hábitos que sí debes desechar por completo como el pecado.
En 1 Corintios 5:7 dice Pablo a Corintos: " Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros." Para cambiar los malos hábitos es necesario que haya un convencimiento completo de seguir a Cristo con sinceridad y con todo tu corazón, para que el amor que sientes por Él sea suficiente para arrepentirte antes de vivir una vida en pecado.
Deja que el Espíritu Santo, transforme tu vida, el te revelará su palabra y dejarás todos los malos hábitos que se separan de una verdadera relación con Él, cree que todas las cosas son echas nuevas en Cristo Jesús.
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