Con la mirada solamente en Cristo, no importa a quien usó, ni como lo hizo, sino la fe que está puesta en Dios.
Es mejor no sobresalir, para que el que está con nosotros sea glorificado en todo momento y sobresalga más que tu mismo y aún así el Espíritu que está en ti te pondrá como cabeza y no cola.
En 1 Corintios 3:7 dice: ”Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento”. Espera y no dejes de creen en Él porque Dios te dará la victoria no busques la fama, la gloria y de Dios vendrá la victoria para que disfrutes de todo lo mejor que Dios ha preparado para ti.