Las promesas sobre tu vida son abundantes, Dios nos ha dado infinidad de promesas, de palabras de aliento en su palabra, para acceder a ellas, sólo tienes que creer y vivir en busca de la santidad.
En 2 Corintios 7:1 dice: "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios." Si amamos a Dios profundamente, queremos agradarle en todo, por eso busca ser ese vaso útil que Él pueda usar, arrepintiéndote de todas las faltas porque sólo con las vestiduras limpias puedes acceder a las grandes promesas.
Dios quiere darte las más grandes bendiciones, sólo tienes que limpiarte de la contaminación de la carne y del Espíritu para que vengan sobre ti, abundantemente.
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