Si estás en dificultad, pero conoces a Dios, tu liberación está cerca. No importa si has estado oprimido por las deudas, la enfermedad o circunstancias que pueden hacerte perder la fe, porque si te atreves a clamar a Dios, Él oirá tu voz y te sacará del lugar de tu aflicción.
El pueblo de Egipto oprimía a los Hebreos y ellos no aguantaron tal situación, así que decidieron clamar a Dios y sus gemidos a causa de su dolor llegaron hasta el cielo a causa de su gran clamor. "Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios".
Cuando clames Dios te va a responder porque Él reconoce a su pueblo inclina su oído a la voz de sus hijos, así que no dejes de clamar porque Él es quién te puede sacar de tu situación.
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