Jehová liberó a su pueblo de Egipto, con mano poderosa, así hoy en día su pueblo ha sido liberado de la opresión del enemigo, de la esclavitud que el diablo ejerce en este mundo pero, el no perseverar en la fe y mantenerse firmes en tiempo de la prueba, da lugar que haya duda en tu corazón en el tiempo de espera del cumplimiento de toda promesa.
El pueblo de Israel fue sacado de Egipto con mano poderosa, ellos vieron milagros, prodigios y maravillas, pero cuando el Faraón se arrepintió de dejar salir al pueblo de Dios y los persiguieron hasta llegar junto al mar, junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.
Entonces el Pueblo de Israel tuvo miedo y clamaron a Jehová, así muchas veces hemos visto antes la gloria de Dios, pero cuando vemos la dificultad dudamos, porque se nos olvida lo que Dios ha hecho por nosotros, es cuando clamamos con desesperación creyendo que no vendrá la promesa.
Algunas veces hasta creemos que antes estábamos en mejor condición porque no creemos que Dios es todo poderoso para trasformar tu postrero estado en mayor que el primero. Es mejor confiar en Jehová que regresar al tiempo que estabas con vendas y no tenías esperanza.
En Éxodo 14:13 "Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos". Permanece en el Señor confiando que Dios pelea por ti.
El pueblo de Israel fue sacado de Egipto con mano poderosa, ellos vieron milagros, prodigios y maravillas, pero cuando el Faraón se arrepintió de dejar salir al pueblo de Dios y los persiguieron hasta llegar junto al mar, junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón. 
El pueblo de Egipto oprimía a los Hebreos y ellos no aguantaron tal situación, así que decidieron clamar a Dios y sus gemidos a causa de su dolor llegaron hasta el cielo a causa de su gran clamor. "Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios". 
«Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción .Génesis 41:52»