Es necesario que para servirle al Señor, con todo gozo, amor y excelencia, nos despojemos de todo lo que nos angustia, nos aleja de la verdadera confianza que debemos tener en el Señor, en Hebreos 12:1 dice: "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante".
Siempre puesta la mirada en nuestro Señor Jesús, que pagó un precio muy alto para que en Él tuviéramos libertad de pecado, de deuda, de enfermedad y de toda aflicción que nos desvía de la verdadera comisión que tenemos.
Empieza la carrera de la fe, con esfuerzo, paciencia y esperanza que toda aflicción Jesús puede ayudarte y librarte de toda carga, Él quiere que pongas las cargas sobre Él y te ayudará.
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