Cuando crees y amas al Señor, tienes ese deseo de buscarlo, pero Él nos exhorta a estar buscándolo en todo tiempo, para que cuando el venga nos encuentre sediendos por Él, necesitados, hambrientos y no fríos.
«Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. Marcos 13:35-37»
No dejes de tener la pasión por Él, si lo buscas el Espíritu Santo permanecerá en ti.