Cuando fallas y crees que no eres merecedor de la bendición de Dios, recuerda que la gracia de Dios está sobre ti y sus misericordias nuevas cada día, pero por amor Él está con nosotros.
«Pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Hebreos 2:6-7».
Quizás has pensado no soy merecedor de su amor, ni de su presencia, pero Él te corona de gloria y de Honra, renovará tus fuerzas y te dará un buen nombre y su presencia irá contigo a donde quiera que vayas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario