Algunas veces podemos faltar a nuestra palabra, dejar de cumplir con lo que creemos, pero si algo no podemos dejar es de amar y tratar de hacer lo bueno cumpliendo la palabra de Dios. El Salmo 78 describe a un pueblo con faltas que las comete repetitivamente, pero Dios quiere que seamos fieles
Hasta el final. «Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto. Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; Y apartó muchas veces su ira, Y no despertó todo su enojo. Se acordó de que eran carne,Soplo que va y no vuelve. ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,Lo enojaron en el yermo! Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban al Santo de Israel. No se acordaron de su mano,Del día que los redimió de la angustia; Salmos 78:37-42.»
No dejes que tus propios deseos te alejen de tener una relación con Dios, ser agradable para Dios y estsr listo para servirle al Señor hasta el final.
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