Aunque el mal venga sobre ti y el enemigo quiera matarte, Dios te protegerá y podrás ser testigo de la protección de Dios sobre tu vida.
Cuando Pablo iba camino ante el César, quedó en un naufragio en la isla de Malta, estando allí fue mordido por una víbora, así que los habitantes de la isla pensaban que era un homicida y que seguramente se estaba haciendo justicia y no viviría, “Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.” Hechos 28:5.
Así como Pablo quizás puedas estar siendo juzgado injustamente, pero aunque veas obscuras nubes alrededor tuyo, saldrás victorioso porque hay un escudo protector, sobre tu vida, busca al Espíritu Santo y nada que el enemigo haya tramado contra ti seguirá avanzando, alégrate que Dios le hará justicia a todos sus escogidos.
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