Cuando Dios le pidió a Abraam que le entregara a su hijo como ofrezda en el altar, Él obedeció, agarró la leña, el cuchillo y se fué con su hijo, que situación más difícil, seguramente darle a Dios cualquier otro tipo de ofrenda no se compraraba el entregarle a su hijo, al único con Zara, pero realmente amaba a Dios y fue obediente ante el dolor y todo lo que pudo experimentsr en ese momento.
Yo creo que cada uno de nosotros experimentamos momentos difíciles y en ese momento presentar a Dios nuestra mejor ofrenda en tiempo de dificultad es profundamente serio.
Abraam fue obediente, su ibediencia y su amor a Dios hizo que Dios lo detuviera a tiempo de sacrificar a su hijo, pero también proveyó de un carnero, así que cuando vamos a dar nuestra mejor ofrenda, sea económica o no, Él va a proveer más abundante.
Creo que debemos ir al altar con humildad, con fe que es nuestro proveedor y despojándonos de todo lo que pueda estar más alto en nuestro corazón que Dios.
«Confía el proveerá un carnero para dar tu mejor ofrenda.»
«De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.» Génesis 22:17
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