Aunque tu condición sea hoy de contraria a tus mayores esperanzas, aunque estés en vergüenza y no veas como, Dios transformará tu condición y restaurará tu nombre.
«Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti. Deuteronomio 2:25»
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