Cuando se nos presenta una oportunidad de mejorar o de emprender algo que consideramos que es bueno y que es lo mejor que nos podría pasar, sin dudarlo corremos y aceptamos, un empleo, un negocio, un cambio de casa lo que sea porque es la oportunidad que estabamos esperando, pero se nos olvida preguntarle al Señor si es la oportunidad que Él tiene para nosotros.
Al cabo de un tiempo nos damos cuenta que no era lo mejor y todo finalmente termina mal o no siendo lo que esperábamos.
En Proverbios 3:5dice: «Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento». Si quieres encontrar el camino que debes andar, consulta al Señor si debes seguir ese camino, por más insignificante que te parezca, Dios tiene promesas y un plan perfecto para tu vida, creé en el plan perfecto que Dios preparó para ti.
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