Guarda la palabra de Dios y no la deseches, porque el que ama a Dios ama y obedece su palabra en 1 Juan 2:17 dice: "Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre".
Si vives como con pecados, con maldad en tu corazón y no perdonando a tu prójimo entonces vives como el mundo, pero si amas a Dios debe haber un deseo de amar su palabra y entonces prevalecerás y no serás reducido a nada a causa de la tibieza de tu caminar con Cristo.
No te dejes dominar por los deseos de la carne, porque te hacen vivir como el mundo, mejor entrégate a Dios y haz su voluntad para que permanezcas.
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