Dios desea que dejes toda incredulidad, así como en un momento te has sentido tan fuerte que sabes que nadie te puede hacer frente porque te encuentras protegido por Dios, bajo ese mismo sentimiento debes permanecer y no ser de doble ánimo.
En Hebreos 3:19 dice: "Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad". El pueblo que salió de Egipto a causa que no pudieron mantener su fe, no pudieron entrar a un lugar de reposo que Dios les había prometido porque su fe se basó en las señales que Dios hizo y no en el mismo Dios, nunca caminaron por fe sino por vista.
Mientras permanezca el Espíritu Santo en tu corazón estará trabajando en tu Espíritu para que te mantengas en las promesas que Dios te hizo y no desmayes, el Espíritu Santo te hará avanzar y cualquier situación desafortunada en tu vida quedará en el pasado y tu presente y futuro será mejor de lo que te has imaginado.
A Dios le agrada que mantengas la esperanza en Él solamente y que perseveres en la fe como al principio, sólo así podrás ver cumplidas tus promesas.
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