No hay ningún sacrificio que puedas hacer, más grande que el que ya hizo Cristo por tí, en Hebreos 7:26 dice: "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos".
No hay nada más grande que Jesús, antes que Él fuera sacrificado, era necesario que los sacerdotes hicieran sacrificios para perdón de sus propios pecados y de los de pueblo, pero después de Jesús ser glorificado, invalidó ese pacto y se hizo nueva las cosas porque no hay nada más grande que Él.
Ama a Jesús con todo tu corazón, el se hizo maldito para que tu te hicieras bendito, aún si eres pecador acércate confiadamente al trono de su gracia para perdón de pecados, Él puede cambiar tu vida.