No te entristescas por el día de la angustia, porque ese día es cuando más cercano estael Señor, en tiempo de la crisis, tu creces, se afirma tu fe y pasas aprobado a un nuevo tiempo de alegría donde el tiempo de aflicción se olvida.
«Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. Eclesiastés 7:2-3»